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Mario Feldman: “Es un secreto a voces que la microbiota es muy importante”

    El destacado científico argentino radicado en Estados Unidos resalta la importancia de profundizar el estudio de las bacterias buenas del intestino y subraya la necesidad de buscar estrategias alternativas a los antibióticos para hacerle frente a la resistencia antimicrobiana.

     

    El Dr. Mario Feldman fue uno de los invitados internacionales que participaron del XIX Congreso de la Sociedad Argentina de Microbiología General (SAMIGE) en 2024. Radicado en Estados Unidos, el argentino brindó la conferencia “Biogenesis of outer membrane vesicles in human gut bacteria” en instalaciones de la Universidad Nacional de Córdoba.

    Graduado de licenciado en Biotecnología en la Universidad Nacional de Rosario, luego se doctoró en la Fundación Instituto Leloir y, a partir de ese momento, siguió su carrera científica en el exterior.

    En la actualidad, es profesor de Microbiología Molecular y dirige un laboratorio en la Escuela de Medicina de la Universidad de Washington en St. Louis. (Estados Unidos). En su laboratorio trabajan principalmente en dos temas. Por un lado, en la patogénesis de Acinetobacter baumannii, la bacteria más resistente a antibióticos. Por otro lado, investigan un tema muy diferente: la biogénesis de vesículas de bacterias buenas del intestino.

    “Estoy con las bacterias buenas del intestino, investigando cómo producen las vesículas, cómo nos ayudan a degradar azúcares, y tratando de encontrarle la vuelta a Acinetobacter buscando terapias que estén dirigidas a ser antivirulencia, porque sabemos que contra cualquier antibiótico, Acinetobacter va a desarrollar resistencia. Entonces, buscamos otras estrategias que no sea necesariamente un antibiótico”, describe Feldman.

    Dos líneas de investigación diversas

    En relación al estudio de bacterias del intestino, tema del que habló en su conferencia plenaria, el biotecnólogo argentino afirma: “Es un secreto a voces que la microbiota es muy importante. Todo el mundo hace correlaciones. Alimento a los ratones con esto, pasa esto. Hay esta enfermedad, pasa esto. Todo el mundo va por ese lado, en general, y establecen correlaciones que muchas veces no ayudan. Está bueno para empezar, pero después hay que pasar a la siguiente etapa y mucha gente tiene miedo, porque trabajar con esas bacterias no es fácil”. 

    Si bien considera que muchas correlaciones son correctas, cree que es necesario encontrar las explicaciones. “A mí la parte que me interesa es investigar un poquito más cómo las bacterias hacen ese tipo de cosas, cómo se relacionan y desde un aspecto bacteriocéntrico, cómo intervienen en la regulación de la microbiota”, señala.

    Por otro lado, se refirió a la problemática en torno a la resistencia antimicrobiana. En esta línea, indica que la solución podría estar en buscar soluciones alternativas. 

    “Mucha gente está investigando los fagos. En mi caso, estamos investigando los factores de virulencia. Si, por ejemplo, encontramos que la bacteria para causar una infección urinaria usa un pili que se une a un azúcar particular en una célula eucariota. Bueno, encontrar una molécula que despegue la bacteria. Entonces, tal vez no matarla, pero poder limpiar el órgano de esa bacteria, buscar otras alternativas que no sea necesariamente tratar de matar al bicho, porque eso es una carrera que vamos a perder y la venimos perdiendo. Podríamos tratar de ganar un poquito de tiempo, pero no creo que podamos ganarle, así que creo que hay que buscar ideas fuera del cuadrado”, detalla.

    Mario Feldman

    Conferencias y espacio para el debate

    Sobre su participación en el congreso anual de SAMIGE, destaca los intercambios y los debates que se generan después de las conferencias y las presentaciones, a diferencia de los eventos científicos que se realizan en otras partes del mundo.

    “Acá todo el mundo participa. Hay que cortar las discusiones porque sino nos atrasamos, no porque no hay preguntas. No solo me sorprende, sino que lo admiro. Generar esa curiosidad, que la gente se anime a preguntar, aunque la pregunta sea una boludez, está bien porque genera algo que el otro quizás tampoco entendió. Acá evidentemente no tienen esa inhibición. Eso lo rescato y lo valoro muchísimo”, concluye.